Cada quintanarroense bebe aproximadamente 1.2 litros de estas bebidas azucaradas diariamente, revela estudio.
Pese a que los refrescos han incrementado su precio en casi un 40% en los últimos años, los quintanarroenses consumen cada vez más gaseosas afectando con ello su salud.
El más reciente informe sobre el Consumo de Refrescos por Entidad Federativa revela que cada quintanarroense bebe aproximadamente 1.2 litros de estas bebidas azucaradas diariamente, lo que equivale a casi cuatro latas.
Esto representa un aumento de casi un 32% en el consumo de refrescos comparado con hace cinco años. Sin embargo, Quintana Roo aún se encuentra muy lejos de los primeros cinco lugares, encabezados por Chiapas, con 852 litros de estas bebidas consumidas por habitante al año, y con el Estado de México en la quinta posición, con 701 litros anuales.
El Caribe Mexicano hoy consume 438 litros de esta bebida por cabeza de manera anual. Pero éstos no son los datos más preocupantes.
El 61% de los quintanarroenses encuestados respondió que consume entre uno a tres refrescos al día. El 19%, hasta cinco botellas. El 10% consume entre seis y siete envases de 600 mililitros. Sólo el 2.5% no consume para nada estas bebidas, y el 3% un refresco cada semana. Mientras que el resto entre 7 y nueve.
En el 2019, antes de la pandemia, sólo el 52% consumía hasta tres botellas diarias y el 12% entre cuatro a cinco.
Cuando se analizan los datos por edad, se descubre que el 82% de los niños de entre tres a 9 años toma estas bebidas azucaradas, a pesar de que la Organización Mundial de la Salud no lo recomienda.
El 92% de los adolescentes de entre 10 a 17 años toma refresco de cola, mientras que el 81% de los jóvenes de entre 18 a 25 años no lo hace, siendo este grupo poblacional el que menos la prueba, aunque confesaron que toman otros líquidos con igual o mayor cantidad de azúcar añadida, tales como té procesado, café y bebidas energéticas.
Entre los 26 a 50 años, el 94% es un consumidor asiduo de este producto, mientras que los mayores de 51, aunque son más ocasionales, añaden este líquido a sus comidas diarias en el 90% de las ocasiones.
Fuente: SIPSE