Aunque solo tengas unos cuantos días de vacaciones disponibles, aquí te dejamos un itinerario para una escapada a la Riviera Maya
El Pueblo Mágico de Tulum es un sitio emblemático del Mar Caribe. Es la única zona arqueológica que se encuentra a la orilla de un acantilado, cerca de la playa del Paraíso, una de las más célebres de la Riviera Maya.
Tulum (que en maya significa “muralla”) es la puerta de entrada a la Reserva de la Biósfera Sian Ka’an (declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987), un ecosistema exuberante que incluye playas, arrecifes de coral, abundante selva tropical, dunas y cenotes. Y en este escenario es donde pasé cuatro días de ensueño.
Día uno
Llegué al aeropuerto de Cancún. Nada me hizo más feliz que salir del avión y oler el aire con aroma a playa. De ahí hice un recorrido de dos horas para hospedarme en el hotel Siente Tulum, donde estuve tres días. Algo que distingue a este espacio es que una familia local de artesanos se encargó de tejer sillas, hamacas y los telares de macramé con que está decorado.
Todas las instalaciones están climatizadas, por lo que siempre hay un ambiente fresco.
En su terraza Roofino destacan las pinturas de sus muros, así como su vegetación y la cordialidad de su personal, además de contar con sillas hamacas bastante cómodas.
Hotel Siente Tulum. Carretera Federal, Cancún-Tulum No. 307 km 230 mz. 1, lt 1, Centro
Día dos
Fui al club de playa Neek Tulum, que se ubica en la Laguna Nopalitos (a 15 km o 20 minutos de Tulum). Como la laguna es de agua dulce no puedes usar bloqueadores industriales. Las aguas no son profundas y ahí puedes realizar kayak.
Tienen un servicio de bar muy amplio y los platillos son muy variados. Además de mariscos, también puedes disfrutar de unos muy buenos tacos de arrachera.
Si te casas de nadar, hay hamacas dentro de la laguna para seguir disfrutando de sus aguas calmadas. Es un lugar ideal para ir sola, pues casi no hay gente, hay mucha seguridad y se respeta la privacidad de las personas.
Día tres
Llegué al club de cenotes Buuts’ Ha’, cuyas instalaciones están rodeadas de redes con almohadas y cojines para que la gente se tome un descanso donde le plazca. Aquí los fines de semana se organizan espectáculos musicales con DJs y servicios de spa personalizados. Cuentan con una muy buena coctelería. Serás la envidia de las redes sociales por la variedad de sitios donde puedes tomarte fotos.
Club de cenotes Buuts’ Ha’. 7JM3+XF, 77770 Balam Canché, IG: @buuts_ha
Día cuatro
Me tocó quedarme en el glamping Uman, un sitio más espiritual donde puedes conectar con la naturaleza. Aquí es ideal para estar contigo mismx o terminar tu libro preferido sin interrupciones (no hay TV ni ningún distractor electrónico). Aquí lo que distingue al lugar es que puedes disfrutar de los beneficios de acampar como bañarte al aire libre entre la vegetación (no te espantes, el agua sí está caliente), pero con todas las comodidades de un hotel del lujo: con ventiladores para que no te agobie el clima de la selva y, cuando regresas a tu glamping, ya hicieron la limpieza y tendieron tu cama.
Es un lugar muy seguro: te dan un código único para entrar o salir a las cabañas.
Se preocupan mucho por cuidar de tu privacidad y tu tranquilidad. No olvides llevar tu mat para hacer una buena postura del guerrero cerca del cenote y sentir como la energía del amanecer nutre todo tu cuerpo.
Una peculiaridad de este espacio es que se encuentra muy cerca de la zona turística y puedes ir a comer a los restaurantes más célebres o irte de shopping. Sin duda regresaría con una pareja para disfrutar de un tiempo intímo.
Uman Tulum. Carretera Tulum-Boca Paila km 10, IG: @uman.tulum